Descubre más sobre Clínica Podológica Tabas
Clínica Podológica Tabas nace a principios de 2014 con una filosofía de trabajo clara: dar una mayor calidad asistencial y mejorar el cuidado integral del pie.
Estos objetivos están acompañados siempre por la formación constante por parte del personal para poder avanzar en cada uno de los campos de nuestra profesión y ofrecer la mejor solución posible a cada uno de los problemas que surjan en los pies de nuestros pacientes.
Raquel Díaz Lombao
Cristina Díaz Lombao
Si no te has dado cuenta, somos mellizas y a pesar de que nuestro parecido físico es razonable, el en carácter somos polos opuestos.
Te contamos un poco más sobre nosotras.
Yo soy Cristina…
Piscis de nacimiento.
Habladora y puro nervio, amiga de mis amigos y con una devoción desmesurada hacia mi familia.
En mi tiempo libre me gusta desconectar totalmente del trabajo.
Algo con lo que disfruto es con la cocina. Me meto en ella para preparar cualquier receta, aunque sé que los postres son mi punto fuerte.
Me encanta viajar y conocer nuevos lugares, aunque reconozco que no viajo todo lo que me gustaría.
Desde pequeña siempre tuve claro que de mayor quería estudiar algo relacionado con la salud y con el cuidado de las personas; y cuando llegó el momento de decidir, elegí ser podóloga, profesión que engloba los dos objetivos a la perfección.
Y yo soy Raquel.
Me definiría como una persona tranquila, perfeccionista y tenaz.
La música y el mar son mis pasiones.
Me puedes encontrar escuchando canciones de diferentes estilos, desde una mítica de Queen hasta el último single de algún grupo tradicional gallego.
Del mar me gusta todo: dar un paseo por la orilla, ver el oleaje o tomar un café con vistas a la playa se convierten en mi válvula de escape en los momentos de estrés.
Mi llegada a esta profesión fue diferente a la de Cris.
Mi primera opción era Enfermería, pero por varios motivos no pudo ser posible, así que vi que Podología podía cumplir mis expectativas; una carrera joven y con muchas competencias desconocidas por mí hasta ese momento. ¡Y que gran acierto fue ese!.